jueves, 25 de febrero de 2021

ULTIMOS MOVIMIENTOS EPISTOLARES (PARTE III)

 

V


“El riesgo de salir lastimada o lastimado

 es constitutivo del amor:

sin vulnerabilidad, sin la posibilidad real de daño,

 no hay apertura verdadera hacia otra persona”.

 

El fin del amor – Tamara Tenenbaum

 

Ya estoy en la universidad, Mago. Te espero en el comedor, voy a ver si como algo antes de hablar.

Ok, amigo. Ya estoy en camino, mucho tráfico. Me meto en un garaje y te busco. Van las chicas. ¿Las viste?

Vení tranquilo porque el rector está demorado en el mismo embotellamiento que vos; esto va a demorarse. A las chicas no las vi, no sabía que venían. Muchas personas. El menú es un poco mejor de lo que comíamos cuando éramos estudiantes, te guardo uno.



VI

 

“Nuestro pasado sigue siendo nuestro presente.

En consecuencia, uno se reformula, se recrea

( como una tarea que hay que retomar indefinidamente),

pero no se formula ni se crea”.

 

 Regreso a Reims - Didier Eribon

 

 

Sí, en estos momentos la literatura tal y como la concibo yo va perdiendo intensidad porque el acto de escribir, en mi opinión, está subordinado al acontecimiento y no al revés.

Ultima pregunta, por favor.

Me parece que un analista no debe cerrarle la puerta a una potencial aportación. Si un ex represor se acerca al consultorio, por lo menos, debería tener la posibilidad de ser escuchado una vez y después, el propio analista decidirá si continua o no con ese trabajo. Acá no se habla ni de perdón ni de disolución de ideología. Mucho menos de olvido ni de reconciliación. Se habla de no perder las pocas oportunidad para comprender sobre qué sedimento apoyamos los pies.

¡Muchas gracias a todos!



VII


Estar en suspenso es detener el aliento.

 Y mirar lo mas atentamente que se puede lo que simplemente está allí,

lo que se le ofrece a uno en la presencia de las cosas.”

 

Elogio del riesgo – Anne Dufourmantelle

 

 

 

¿Te sorprendió verme?

No tanto. Sí me puse nervioso cuando atinaste a agarrar el micrófono para preguntar.

¿En qué pensaste?

No sé bien en qué, pero me dio miedo volver a sentirte tan cerca, como ahora. Me siento débil adelante tuyo, y no sé si eso es tan bueno en este momento de mi vida.

Me dijo Lucha que te quedas poco tiempo en la ciudad.

¿Salimos de acá? Me ahoga el packaging de los intelectuales. Por qué no volvemos al barrio. Nos bajamos unas paradas antes y el resto las caminamos como antes, ¿qué decis?

¿Cómo antes?

Por qué no.

Adolfo está más viejo.

Como nosotros, doctora.

¿Me ves más vieja?

Nos veo distintos.

 

¿Te digo cómo te veo yo?

Más canoso, un poco más flaco. Igual de gestual. Igual de creído. Igual de irónico. Pero me da mucha alegría volver a verte.

Me rio porque seguís dialécticamente acida; ácidamente dulce.

¿Seguís por los caminos de Masotta?

Imagino que sí, por lo menos eso pretendo hacer. Siempre te dije que si se nos ocurría tener hijos, el varón iba a llevar su nombre. (Risas)

Cuánto hacia que no me reía así, Beni. Va, no me rio con frecuencia. Hay veces que pienso en vos y te odio porque si me hubieras escuchado esa tarde, quizás las cosas se daban de otra manera.  Sí, ya sé que la que no se animó fui yo, no podía. Nada que ver. Cómo les decía a mis viejos que lo dejaba a Leandro para salir con vos que eras como de la familia. Sí, vos. Mi papá te quería un montón. El último tiempo en el que estuvo bien me decía que le gustaba lo que escribías, que tenía sentido y que estabas loco porque jugabas al futbol mejor de lo que escribías. Y mi vieja todavía te recuerda. Si se entera que te vi y no le dije nada, me mata. Beni te sigue diciendo o Benito cuando se pone melancólica. No, no sabe nada de lo nuestro; nunca lo supo. Mi hermano vive en México. Conoció a una piba brasilera y como ella trabaja en la UNAM, se fueron para allá.

¿En serio que tenías ganas de volver a verme? Sí, eso me dijo Lucha pero no nos animamos a acercarnos después de tanto tiempo. Viste que el tiempo además de alejarte, te da como una pequeña percepción de cuánto va a doler. Va, en realidad no sé. Todo esto me parece tan raro. Estar acá vos y yo, otra vez, tan distintos, con las vidas tan paralelas. Maguito me contó que se escriben seguido y que planeaban encontrarse en Madrid cerca de tu casa. ¿Por qué te fuiste tan lejos, Beni?


Continuará...

miércoles, 17 de febrero de 2021

ÚLTIMOS MOVIIENTOS EPISTOLARES (PARTE II)

 




III

Pero hice por ellos

 lo que nadie quiso hacer de mí: decir, a sus esperanzas, no.”

 

Zama – Antonio di Benedetto

 

 

Amigo, le conté a Lucha que te escribí y leyó tu respuesta. Al principio simuló estar bien pero con el correr de los segundos comenzó a recordar de las caminatas que hacían juntos y quedó callada por unos minutos. Su silencio es el grito que contuvo mientras los dos salían a escondidas de Leandro, pero en esos momentos, nadie imaginó, incluso yo, que sería el padre de sus hijos. Sabe que en unos días te vas. Probablemente vayamos al bar. Mago me habló de vos y quiere reunirse cuanto antes, “reunir a la pandilla”, me dijo.

¿Por qué es tan difícil el amor, amigo?

Poly

IV

“Estar con otro es difícil.

Estar con otro es un trabajo, un esfuerzo.

Entender, o no entender, o tratar de entender.”

 

Los llanos – Federico Falco

 

Querida Poly, fiel a la costumbre, al Mago y a mí nos echaron del bar porque los mozos querían cerrarlo. Adolfo, el dueño, nos reconoció y nos regaló una botella de champagne que tomamos sentados en el cordón de la plaza hasta que la luz de la mañana nos obligó a refugiarnos. Es una lástima que no hayan venido, la verdad es que las esperábamos. Mago me contó que la doctora se bajó de todas las cátedras que tenía en la universidad. Si es así, sería una gran pérdida; a veces, estar cerca del ocaso enceguece un poco.

Te pediría su número pero no estoy seguro de poder hablarle otra vez, pienso en complicar más las cosas y no querría que así fuera. Nunca, querer es poder, Poly, a pesar de que se empeñan en hacernos creer que manejamos nuestra voluntad entera y que, en consecuencia, si fracasas, la culpa es de uno y no del siniestro sistema que nos enmarca .  Tal vez, me resisto, como puedo, a las heridas de ayer, no lo sé.

Volver a ver a la doctora complicó todo, por lo menos, todo lo que creia cierto ya no lo es.

Benicio.

Continuará...

jueves, 11 de febrero de 2021

ÚLTIMOS MOVIMIENTOS EPISTOLARES (PARTE I)


 

"Un amor que se sabe, un amor Ideal, lleno de valores,

 no es sino un amor agarrado, inhibido, asido por la identificación."

                                                                                                                                                              Alexandra Kohan


I


   Beni, hola, ¿Cómo estás, te acordás de mi? Soy Poly, la directora del centro de estudios literarios y tu amiga (me rio). Bueno, te escribo para contarte que hace unos días te vimos con Lucha en La Farmacia y no nos animamos a saludarte porque creímos que después de tanto tiempo no ibas a reconocernos. Te reconocimos porque hay algo en vos que es poco habitual hoy en día y es esa neurótica obsesión de estar oculto pero a la vista de todos los ojos. La idea del mensaje es avisarte que Lucha se separó y que volver a verte fue para ella muy fuerte y aun conserva rastros de aquellos días. Uno de los motivos fuiste vos o mejor dicho los recuerdos que aun viven en ella, tus huellas dice Lucha. Sé que pasó mucho tiempo y que quizás esto no contribuya para nada, pero quería que supieras que ella nunca te olvidó e intuyo que vos tampoco. Cometerías un error si pensaras que escribo yo en nombre de ella porque si bien la que escribe soy yo y lo hago en nombre de ella, más lo hago por ese engendro envidiable que fueron ustedes dos. Lucha no sabe nada de esto y únicamente abrí esta cuenta para escribirte y verificar que estás por acá dando vueltas alrededor de nosotras. En el fondo fondo sabía que iba a encontrarte en el mismo lugar en que te conocí porque uno siempre vuelve a donde fue un poco feliz. Me alegró verte otra vez por el barrio. Se te nota que creciste un poco, a mi también se me nota pero no quiero volver a tener 15 años otra vez, prefiero cargar con algunas décadas mas, como ahora.

Besos y abrazos, amigo.

Poly

II

“Lo que está en juego en la risa se produce cuando

la demanda llega a buen puerto,

a saber, más allá de la máscara, y encuentra,

 no la satisfacción, sino el mensaje de la presencia.”

Jacques Lacan


Poly, cómo no me voy a acordar de vos, es difícil olvidar el sonido de tu voz astillándose y astillándonos el alma mientras recitabas Amparo. Todavía, cuando rememoro ese atardecer, siento la fragilidad de mis piernas y el sudor de mis manos cuando vi a la doctora por primera vez. Sí, aun conservo esa manera de nombrarla porque es la única vía de recuerdo permanente además de sus publicaciones tan destacadas. Apenado estoy porque me entero que estuvimos tan cerca y ni siquiera pudimos darnos un abrazo. Regresé al país hace unos días pero rápido vuelvo al circuito habitual. Bs As conserva un poco del viejo mundo nostálgico que soñaba alguna vez encontrarse con Olivera y La Maga en cualquier bar nocturno y por supuesto, yo soy un poco más conservador, menos soñador, pero más nostálgico que antes. No sé si eso es bueno o malo.

Mi sentido de la estructura me obliga a escribir tema por tema de manera casi mecánica. La noticia de la separación de la doctora no me alegró demasiado porque, imagino, que su estado emocional no debe ser el más recomendados por la autoayuda; pienso en el sufrimiento de Pía y de Augusto, estoy seguro que lo entenderán algún día a pesar de que hay cosas en la vida que no se entienden porque no están para eso.

Mientras te escribo un vendaval de recuerdos pone en jaque mi tranquilidad y lo advierto en mis manos que digitan cualquier cosa. Es el calco emocional que sentía cada vez que estaba con la doctora, me temblaba todo, perdía el control, me asustaba de mí mismo, me sofocaba. Lo que te voy a contar es una confidencia: una semana después de conocerla, luego de una llamada perdida en mi teléfono y suponiendo que era ella, salí corriendo hasta el locutorio más cercano. Antes de llegar me tomé de un árbol para tomar aire y preguntarme qué era lo que estaba haciendo. Me di cuenta que ya era tarde, que lo contingente me había dado un gran sacudón, el único hasta ahora, lamentablemente. Lo cierto es que hablamos y me dijo que esperó por días mi llamado, que habíamos quedado en eso. Rápido me alertó que Leandro estaba por ahí y que de un momento a otro cortaría, que aun no le había contado de lo nuestro.

Como sabrás, no estaré mucho tiempo en la ciudad, mi trabajo espera más de lo que puedo dar y eso, en algún momento, lo voy a tener que arreglar. ¿Te acordás cuando discutíamos sobre la diferencia entre el deseo y las ganas? Bueno, a mi deseo de escribir le sumé mis ganas de criticar y a mis ganas de criticar mi deseo de escribir. Antes de abrir un paquete de yerba (por fin) en territorio argentino leí unos cuadernos que escribí de chico en donde advertí que cambié poco, que me indignan las mismas cosas y que el deseo de escribir, en ese entonces soñado, se ha materializado.

No sé qué decirte Poly. No sé qué es lo que me va a pasar cuando vea a la doctora otra vez.

De no haber cambios, los días pares, como siempre, voy a leer al bar. Lo contacté al Mago.

Continuara...