ESCRITOS EN CARBONILLA (I)

 

Estos escritos representan la brevedad, la disoluciòn, el dialoguismo, lo irregular, lo transitorio.


En un viejo texto, Noé Jitrik, preguntaba: ¿Cuáles son las condiciones en que toma forma intelectual un problema vivido por una sociedad? Sin duda que las condiciones son múltiples, a caso infinitas. Pero, en una época donde se tiende a la simplificación de los procesos políticos y donde es más importante la producción de imágenes que la propia mirada, es por lo menos estimulante, indagar sobre la interrogación de Jitrik.

Más de una semana ha pasado, nueve días solamente, desde que un hombre intentó asesinar a la vicepresidenta de la nación y el clima se ha tornado mucho más hostil de lo que estaba hasta esos momentos. Los discursos, que quizás no son mayoritarios, pero no por eso menos potentes, se han radicalizado. Sería motivo de festejo si la radicalizaciòn no estuviera en manos unicamente de los sectores màs reaccionarios de nuestra sociedad.

Se huele en el aire un cierto tufillo a servicios de inteligencia. Vendedores de copos de azúcar aparecen en estudios de televisión inexplicablemente. APTRA premia con un Martín Fierro a un ex agente de la AFI que tiene un millón de seguidores en Youtube y otra millonada en Instagram y Facebook.

No solo en Argentina ocurren estas cosas aunque el run run diario haga creer lo contrario. El continente vira para cierto terreno violento, donde la palabra queda subordinada a la acción cuando estas deberían ir de la mano. El pacto democrático que surgió después de la última dictadura cívico militar hace agua por todos lados y es necesario volver a la conversación política entre quienes seguimos respetándolo.

Con un ajuste brutal sobre lxs trabajadorxs en beneficio de los dueños de todo, el gobierno nacional parece encontrar algo de estabilidad. Estabilidad que propone la minoría siempre atenta a contener cualquier fuga mayoritaria y popular. Pareciera como si un nuevo consenso estuviera gestandosè a espaldas de las mayorías. Aunque una parte de ella, legitima el ajuste de los de abajo creyendo que la patria está a punto de liberarse.

La derecha argentina se destacó siempre por la propensión a eliminar los obstáculos que se le presentaban camino a la concreción de sus proyectos políticos y económicos. Ese obstáculo, ese escollo que interrumpe “el buen vivir” es el kirchnerismo; ayer fue el peronismo. Sé que lo que antecede puede resucitar discusiones que son muy bienvenidas en tiempos en donde pareciera que la evasión es la propuesta para pensar “lo” político. Pero no importa, aun así, sigo sostenido la diferencia entre kirchnerismo y peronismo. Estos problemas requieren de intelectuales que piensen bajo qué condiciones queda nuestro país luego del intento de magnicidio y de qué manera se precipita un nuevo escenario social y político. Porque solamente un ferviente iluso puede desconsiderar que lo que le ocurre en su vida es excluyente de lo que le ocurre a los otros.

El saldo o el resultado es de un lado, una vicepresidenta potenciada para el próximo escenario electoral; un presidente incapaz de comprender la época; un ministro de economía engordado de felicidad en Estados Unidos; una ex ministra de seguridad en píe de guerra junto a una banda de lùmpenes; una policía metropolitana partidista; una oposición juguetona, desprendida de idea y acción, despojada de autenticidad. Una que parece más preocupada por las mediciones de sus palabras en los grupos focales o en estudios estadísticos que poco dicen de las complejidades político sociales.

Fotos que ya parecen de otra era muestran a una oposición subida al balcón de Alfonsìn resistiendo el ataque carapintada de 1989. Una que pudo haber carecido de virtudes destacadas, pero no dispuesta a negociar con golpistas. Hoy parece que la forma más efectiva de hacer política es la producción de imágenes.

No hace muchos días, el presidente ruso junto a su par chino, decidieron comercializar bienes estratégicos con yuanes y rublos. Temblor que recorrió las oficinas de Bruselas y de Washington. No es novedoso ya a estas alturas afirmar que una nueva hegemonía está en ciernes. Aún así, nuestras esperanzas, siguen correteando por las calles de Wall Street.

Fallecida la monarca británica, el presidente de Brasil, saludó afectuosamente a los familiares de la difunta; una metamorfosis de la tilingueria argentina. Sin embargo, el militar brasileño entiende que la radicalizaciòn de su discurso prende en gran parte de la sociedad ávida de sangre plebeya. Pero obvian que esa sangre que se derrama también puede ser la suya.

En Chile, la mayoría de la sociedad prefirió quedarse con lo poco que le dejó la dictadura de Pinochet. Lo curioso es que la desigualdad en el país trasandino sigue incrementandosè y tal vez Del otro lado no parece haber reacción más que un cambio de gabinete. Algo parecido al intento centrista del gobierno argentino.

La derecha encanta con sus discursos porque se robó los tesoros de la izquierda. Asaltó la imaginación y, presentando un futuro irrealizable, educó a una parte importante de la sociedad. La derecha organizada genera las condiciones, las relaciones de fuerza para actuar y vencer; mientras que el progresismo, las izquierdas, los peronismos esperan, como tantas otras veces a lo largo de la historia, que el sol de señales para poder actuar.

Entonces, regresando a la pregunta de Jitrik, ¿Cuáles son las condiciones en que toma forma intelectual un problema vivido por una sociedad?

Hasta la semana que viene!

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