sábado, 17 de septiembre de 2022

CREEN QUE LO DIGO TODO

 SEGUNDO EXPERIMENTO SEMANAL DE ESCRITURA Y REFLEXIÒN




En Te doy una canción, Silvio Rodrìguez dice: “Creen que lo digo todo” y, tal vez, este espacio sea una justificación para despedazar esa afirmación tan eficaz, compleja y por momentos contradictoria. 

Hablar no significa decirlo todo aunque es difícil explicar qué es lo que uno no quiere decir. 


Mientras suena La Consagraciòn de la Primavera de Igor Stravinsky, varios puntos del país son destruidos por el avance del fuego. Las consecuencias serán irremediables. Pero los culpables, que tienen nombre y apellido, apelarán a sus vínculos para que todo quede en la nada. Lo  incierto es el papel que ocupa el Estado en todo esto. Porque simplificarlo a la idea de que es el representante de los intereses minoritarios, es girar siempre sobre discusiones concèntricas. Sì vale aclarar y destacar, el proceder voràz, ambicioso de sectores del empresariado argentino que no escapa, claro està, a las eternas transformaciones del capitalismo.

Sería interesante abrir cuantas veces sea necesario, El Capital, sobre todo, el capítulo XXIV, para dar cuenta, de forma pormenorizada, el origen de lo que hoy se cree y se enseña que es la única salida. Claro, que es más entretenido ver cómo David Beckham le da el último adiós a su reina o analizar durante horas, los dedos del nuevo rey. Casi siempre, la tilinguerìa argentina estuvo a la altura de las circunstancias en lo que refiere a estas problemàticas. 


Como si esto fuera poco, la teoría de los loquitos sueltos se ha catalizado en tiempo record. A pesar del bombardeo mediático, la causa avanza y deja a las claras que el odio, como el amor, se siembra. Generalmente, y vuelvo al autor de El Capital, el primer sentimiento, florece en el lumpenaje. Es cuestión de buscar superficialmente por internet para tropezar con el mismo patrón en la constitución de los grupos de tarea de la última dictadura cívico militar. Y la civilidad es muy importante en este recorrido semanal dado que es también responsable de lo que ocurre, no es víctima.


CFK decidió volver a la contienda pública rodeada de curas. Un sector de la iglesia que demuestra que las redes de la caridad aùn ligan el quehacer doméstico. Uno de los clérigos más famosos, dijo a una radio que la vicepresidenta le pidió que rezaran por ella tomando como suyas las palabras del ex cardenal Jorge Bergoglio. Si solo queda rezar, estamos en grandes problemas porque al igual que las mercancías, en ese mundo, todo parece encantado.


Andy Warhol deseaba ser una máquina. De esa manera quizás, y con ese deseo imposible, podrían socavar las bases de una humanidad deshumanizada que corre tras las agujas de un reloj que ya no controla. A mi cabeza llegan las palabras de Julio Cortàzar: “Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aìre” Acontece el lugar que ocupa el sufrimiento en todo esto. 

 

Asegurar con total torpeza e ignorancia que el intento de magnicidio contra CFK fue armado, o que el gobierno conducido por el ministro Massa trabaja para calmar a quienes generan la inflaciòn, es abrir un sin fin de interrogantes que vislumbra un horizonte chato que solo promete ideas metafísicas. Habilita a la cancelación de nudos problemáticos esenciales para el desarrollo de un país a nivel cultural, social y político. Instala y refuerza el bozal represivo. Cancelar es evitar enfrentar los problemas. Y el problema es creer que cuando uno habla tiene razón y que, de no ser así, su verdad también debe ser respetada. Se equivoca quien piensa que la proliferación de verdades es buena salud para la libertad de expresión. Expresarse desde el odio no es tolerable y debe ser sancionado porque de ese modo se naturaliza la violencia. Una ley de medios fuerte, audaz y novedosa abre el camino para ello. Aún así creo que lo digo todo, pero todo ha cambiado desde Freud a esta parte.  


Anoche, muy poco antes de dormir, Miguel Rep y Sebastiàn de Caro, conversaban sobre la figura, el mito y la importancia de Leonardo Favio. Un artista popular que sedujo a propios y a ajenos. Que estuvo a la altura de cada momento que le tocó vivir porque todo lo que hacía Favio estaba condenado a ser genial. Sólo en la TV Pùblica pueden darse ese tipo de charlas porque lo público tiene objetivos políticos antes que económicos. 


Te doy una canción  insta a reflotar los problemas que parecen de ayer, pero son de hoy. Pugna por establecer vínculos con los condenados de la tierra. Pero para eso se necesita un plan. Uno que sitúe a la humanidad en el centro. 


Mientras tanto, la primavera, a paso lento, deambula para su consagraciòn, silenciosa, con disimulo.





sábado, 10 de septiembre de 2022

ESCRITOS EN CARBONILLA (I)

 

Estos escritos representan la brevedad, la disoluciòn, el dialoguismo, lo irregular, lo transitorio.


En un viejo texto, Noé Jitrik, preguntaba: ¿Cuáles son las condiciones en que toma forma intelectual un problema vivido por una sociedad? Sin duda que las condiciones son múltiples, a caso infinitas. Pero, en una época donde se tiende a la simplificación de los procesos políticos y donde es más importante la producción de imágenes que la propia mirada, es por lo menos estimulante, indagar sobre la interrogación de Jitrik.

Más de una semana ha pasado, nueve días solamente, desde que un hombre intentó asesinar a la vicepresidenta de la nación y el clima se ha tornado mucho más hostil de lo que estaba hasta esos momentos. Los discursos, que quizás no son mayoritarios, pero no por eso menos potentes, se han radicalizado. Sería motivo de festejo si la radicalizaciòn no estuviera en manos unicamente de los sectores màs reaccionarios de nuestra sociedad.

Se huele en el aire un cierto tufillo a servicios de inteligencia. Vendedores de copos de azúcar aparecen en estudios de televisión inexplicablemente. APTRA premia con un Martín Fierro a un ex agente de la AFI que tiene un millón de seguidores en Youtube y otra millonada en Instagram y Facebook.

No solo en Argentina ocurren estas cosas aunque el run run diario haga creer lo contrario. El continente vira para cierto terreno violento, donde la palabra queda subordinada a la acción cuando estas deberían ir de la mano. El pacto democrático que surgió después de la última dictadura cívico militar hace agua por todos lados y es necesario volver a la conversación política entre quienes seguimos respetándolo.

Con un ajuste brutal sobre lxs trabajadorxs en beneficio de los dueños de todo, el gobierno nacional parece encontrar algo de estabilidad. Estabilidad que propone la minoría siempre atenta a contener cualquier fuga mayoritaria y popular. Pareciera como si un nuevo consenso estuviera gestandosè a espaldas de las mayorías. Aunque una parte de ella, legitima el ajuste de los de abajo creyendo que la patria está a punto de liberarse.

La derecha argentina se destacó siempre por la propensión a eliminar los obstáculos que se le presentaban camino a la concreción de sus proyectos políticos y económicos. Ese obstáculo, ese escollo que interrumpe “el buen vivir” es el kirchnerismo; ayer fue el peronismo. Sé que lo que antecede puede resucitar discusiones que son muy bienvenidas en tiempos en donde pareciera que la evasión es la propuesta para pensar “lo” político. Pero no importa, aun así, sigo sostenido la diferencia entre kirchnerismo y peronismo. Estos problemas requieren de intelectuales que piensen bajo qué condiciones queda nuestro país luego del intento de magnicidio y de qué manera se precipita un nuevo escenario social y político. Porque solamente un ferviente iluso puede desconsiderar que lo que le ocurre en su vida es excluyente de lo que le ocurre a los otros.

El saldo o el resultado es de un lado, una vicepresidenta potenciada para el próximo escenario electoral; un presidente incapaz de comprender la época; un ministro de economía engordado de felicidad en Estados Unidos; una ex ministra de seguridad en píe de guerra junto a una banda de lùmpenes; una policía metropolitana partidista; una oposición juguetona, desprendida de idea y acción, despojada de autenticidad. Una que parece más preocupada por las mediciones de sus palabras en los grupos focales o en estudios estadísticos que poco dicen de las complejidades político sociales.

Fotos que ya parecen de otra era muestran a una oposición subida al balcón de Alfonsìn resistiendo el ataque carapintada de 1989. Una que pudo haber carecido de virtudes destacadas, pero no dispuesta a negociar con golpistas. Hoy parece que la forma más efectiva de hacer política es la producción de imágenes.

No hace muchos días, el presidente ruso junto a su par chino, decidieron comercializar bienes estratégicos con yuanes y rublos. Temblor que recorrió las oficinas de Bruselas y de Washington. No es novedoso ya a estas alturas afirmar que una nueva hegemonía está en ciernes. Aún así, nuestras esperanzas, siguen correteando por las calles de Wall Street.

Fallecida la monarca británica, el presidente de Brasil, saludó afectuosamente a los familiares de la difunta; una metamorfosis de la tilingueria argentina. Sin embargo, el militar brasileño entiende que la radicalizaciòn de su discurso prende en gran parte de la sociedad ávida de sangre plebeya. Pero obvian que esa sangre que se derrama también puede ser la suya.

En Chile, la mayoría de la sociedad prefirió quedarse con lo poco que le dejó la dictadura de Pinochet. Lo curioso es que la desigualdad en el país trasandino sigue incrementandosè y tal vez Del otro lado no parece haber reacción más que un cambio de gabinete. Algo parecido al intento centrista del gobierno argentino.

La derecha encanta con sus discursos porque se robó los tesoros de la izquierda. Asaltó la imaginación y, presentando un futuro irrealizable, educó a una parte importante de la sociedad. La derecha organizada genera las condiciones, las relaciones de fuerza para actuar y vencer; mientras que el progresismo, las izquierdas, los peronismos esperan, como tantas otras veces a lo largo de la historia, que el sol de señales para poder actuar.

Entonces, regresando a la pregunta de Jitrik, ¿Cuáles son las condiciones en que toma forma intelectual un problema vivido por una sociedad?

Hasta la semana que viene!

lunes, 5 de septiembre de 2022

PALABRAS URGENTES






Si la historia es un trampolín para comprender el presente, podríamos decir varias cosas. El intento de asesinato de la vice presidenta argentina Cristina Fernadez remueve viejos fantasmas que, no por antiguos, dejaron de sobrevolar la epoca. Entre la grieta, artefacto comercial eficiente, se abre todos los días un espacio tenebroso. Lo es porque allí habitan quienes pretenden decir nada. Quedar encima, debajo, a los costados con el fin de evitar tomar partido. Temen que la historia los juzgue, pero no se dan cuenta de que por más que uno quiera despojarse de ella, es la que marca el pulso de la vida. 

Autocrítica es una de las palabras que más se dijeron luego del jueves que cambió el orden de cosas en nuestro país. Pero es una forma de restablecer la vieja, no por antigua, teoría de los dos demonios. La violencia política a la cual apelan algunos cultores de la mediocridad se mide desde pocos puntos de vista. Los aparatos ideológicos de dominación proceden aún hoy incansablemente. La escalada de violencia y radicalización del discurso desde sectores reaccionarios no cesa desde el año 2008 cuando "el campo" intentó disputar hegemonía. En aquel momento, nadie invalidó el reclamo; únicamente, diferentes sectores midieron fuerzas, como ha ocurrido en otros acontecimientos históricos.

El sociólogo Daniel Feierstein aseguro que el ataque es un parteaguas que puede terminar con el consenso posdictadura y es posible que se naturalice la violencia política en nuestro país. Y, lamentablemente, se sabe a priori quienes son los receptores inmediatos. 

En estas palabras urgentes, desordenadas, arrancadas del insomnio febril permanente, pretenden abrir paso a preguntas urgentes. La búsqueda se inicia a partir del exceso de respuestas de todo tipo.  

Una cosa es clara en todo este desorden: con el fascismo no se conversa, se lo combate.

Ha llegado el momento, tal como sugeria Walsh, de animarse a dar testimonio en momentos difíciles.